por Javier OTK


Privatizar al modo de Fox, sería otorgarle legitimidad a los antiguos y nuevos capos, impulsar la frenética expansión del mercado, de los "changarros" y de las fáciles fortunas de un oligopolio privado en contubernio con los gobiernos en turno, así como provocar que en la vida real, más acá de lo que simboliza nuestro escudo nacional, el águila termine siendo devorada por la serpiente drogadicta.