por Javier OTK
Tomemos como base de este análisis dos párrafos que publica la revista Proceso sobre el último informe de labores que rinde Consuelo Sáizar como presidenta del Conaculta, en los que se refiere a la cinematografía nacional.
“En el presupuesto a cinematografía, detalló, se pasó de mil 772 millones de pesos en el sexenio pasado a 6 mil 260 millones entre 2007 y 2012, mientras que en la producción de películas se invirtieron 3 mil 400 millones de pesos más, al pasar de 533 millones de pesos a 3 mil 933 millones. Además, añadió, en el sexenio de Calderón se realizaron 418 películas, 318 más de las realizadas durante la administración foxista”.
“Aunque el incremento no se corresponde de manera proporcional con las cifras señaladas, la funcionaria federal hizo ver que también aumentó el número de asistentes al cine: de 38 millones en la gestión de Vicente Fox pasó a 57 millones en este sexenio”.
Nuevamente, con sus cifras alegres y semejantes a las que acostumbra maquillar la directora general del Imcine, Consuelo Sáizar no apunta su linterna comparativa a los datos importantes.
Me parece que estas son las ecuaciones fundamentales:
100 películas = $533,000,000 = $5,550,000 x película
478 películas = $3,933,000,000 = $8,353,556 x película
(+ 50.5% x peli)
100 películas = 38,000,000 asistentes = 380,000 asistentes x película
418 películas = 57,000,000 asistentes = 136,364 asistentes x película
(- 64%)
(- 64%)
Estas son las gráficas que reflejan los verdaderos resultados:
Pero, a lo largo de este sexenio calderonista, así fue como calificó nuestro público la insignificante promoción y calidad del cine mexicano:
Licenciado Enrique Peña Nieto, presidente electo de México, la comunidad cinematográfica le reconocerá el nombramiento de otra u otro director general del Imcine, que sea intolerante con la corrupción, que garantice un exacto cumplimiento de la ley y la normativa, total transparencia en la rendición de cuentas, simplificación de la tramitología y ventanilla única para todos los fondos, reforma de la Ley Federal de Cinematografía y de su Reglamento, así como la renegociación del Tratado de Libre Comercio en lo que a cultura y cinematografía se refiere, en particular para equilibrar la balanza que hoy perjudica a los sectores de los creadores y de la producción y, sobre todo, que se apoye la creación del Observatorio Ciudadano para la Transparencia de la Cultura y la Cinematografía.