por Javier Oteka
Me referiré a la película, mejor sea dicho, al INFOMERCIAL de largometraje realizado para TELEVISA por el cineasta LUIS ESTRADA y que está por estrenarse en los cines del país el 16 de octubre de 2014.
En su calidad de productores, Televisa y Estrada se han financiado con los impuestos de los mexicanos, autorizados y entregados por el gobierno a través de Conaculta, Imcine, Fidecine, Eficine, Estudios Churubusco, Gobierno del Estado de Durango y Fonca.
A través de Fidecine, Bandido Films, S.A. de C.V., empresa productora de Luis Estrada Rodríguez, en el 2013 recibió la cantidad de $8,000,000 (ocho millones de pesos) para la producción de esta película que entonces tenía por título "La verdad sospechosa".
El 25 de febrero de 2013, el Diario Oficial de la Federación publicó que el EFICINE, durante el ejercicio fiscal de 2012 le había otorgado a Televisa, S.A. de C.V., un estímulo fiscal de otros $20,000,000 (veinte millones de pesos) para la producción de la misma película.
En el 2012, Estudios Churubusco invirtió en "La verdad sospechosa" la cantidad de $5,000,000 (cinco millones de pesos), en diversos servicios, según declaran los estudios en su respuesta a mi solicitud de información No. 1119500007313 que presenté por la vía del IFAI y que tuve que pelear mediante recurso de revisión No. RDA 4185-13, el cual gané cuando al fin el Pleno de IFAI instruyó a Estudios Churubusco que me entregara la información que intentaba negarme.
Desconozco los montos de los demás apoyos y estímulos gubernamentales, adicionales a los 33 millones antes referidos, cantidad nada despreciable para que TELEVISA la aproveche en su propia propaganda al más puro estilo goebbeliano.
Recordemos que fue Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, a quien se le atribuye por primera vez el uso de la publicidad subliminal mediante la cual manipularon al pueblo alemán y a sus aliados nacional socialistas, apoyado por la maquiavélica cineasta Leni Riefenstahl, y para quienes no importaba qué medios emplearan con tal de lograr el anhelado triunfo del nazismo.
Hago una elipsis para brincar al 1957, cuando Vance Packard publica su extraordinario libro "Las formas ocultas de la propaganda" (The Hidden Persuaders), en donde alerta sobre el uso y el abuso de las técnicas mercadológicas enfocadas a la manipulación del subconsciente.
Este libro, junto con los que publicó Wilson Brian Key: "Seducción subliminal" en 1973 y "La era de la manipulación" en 1983, se convirtieron en valiosos documentos que, junto con otros, he consultado recurrentemente para mi desarrollo profesional, hasta convertirme en un analista experto en las técnicas de manipulación personal, grupal y masiva. Aclaro que no para explotarlas como armas de poder, sino para investigarlas y contribuir a destronarlas.
Sirva este breve antecedente para avalar mi teoría de que la película hoy titulada "La dictadura perfecta", es todo un infomercial político realizado a favor de Televisa, mediante recursos públicos entregados a esta empresa por el gobierno mexicano. ¡Esto es verdaderamente un abuso que no debemos tolerar!
Inútil resulta toda la propaganda que Estrada y Televisa han generado para hacer creer a los ingenuos que esta empresa fue engañada por el cineasta, quien le entregó una película distinta a la acordada y que, por tanto, la empresa hoy se rehusa a distribuir. En efecto, Alphaville es la distribuidora que ahora figura oficialmente como tal, pero resulta completamente inverosímil que Televisa quiera autoboicotearse. Además, no es la primera vez que financia a Luis Estrada, lo hizo también con su película "El Infierno".
A Televisa no le conviene cultivar una imagen monolítica, unidimensional. Como los capos, sus propietarios y ejecutivos se afanan en demostrar que son tan poderosos que pueden darse el lujo de imponer al presidente de la República. Eso les refuerza su impunidad, genera en sus adversarios políticos y económicos un cierto temor que le sirve para someterlos.
En su calidad de productores, Televisa y Estrada se han financiado con los impuestos de los mexicanos, autorizados y entregados por el gobierno a través de Conaculta, Imcine, Fidecine, Eficine, Estudios Churubusco, Gobierno del Estado de Durango y Fonca.
A través de Fidecine, Bandido Films, S.A. de C.V., empresa productora de Luis Estrada Rodríguez, en el 2013 recibió la cantidad de $8,000,000 (ocho millones de pesos) para la producción de esta película que entonces tenía por título "La verdad sospechosa".
El 25 de febrero de 2013, el Diario Oficial de la Federación publicó que el EFICINE, durante el ejercicio fiscal de 2012 le había otorgado a Televisa, S.A. de C.V., un estímulo fiscal de otros $20,000,000 (veinte millones de pesos) para la producción de la misma película.
En el 2012, Estudios Churubusco invirtió en "La verdad sospechosa" la cantidad de $5,000,000 (cinco millones de pesos), en diversos servicios, según declaran los estudios en su respuesta a mi solicitud de información No. 1119500007313 que presenté por la vía del IFAI y que tuve que pelear mediante recurso de revisión No. RDA 4185-13, el cual gané cuando al fin el Pleno de IFAI instruyó a Estudios Churubusco que me entregara la información que intentaba negarme.
Desconozco los montos de los demás apoyos y estímulos gubernamentales, adicionales a los 33 millones antes referidos, cantidad nada despreciable para que TELEVISA la aproveche en su propia propaganda al más puro estilo goebbeliano.
Recordemos que fue Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, a quien se le atribuye por primera vez el uso de la publicidad subliminal mediante la cual manipularon al pueblo alemán y a sus aliados nacional socialistas, apoyado por la maquiavélica cineasta Leni Riefenstahl, y para quienes no importaba qué medios emplearan con tal de lograr el anhelado triunfo del nazismo.
Hago una elipsis para brincar al 1957, cuando Vance Packard publica su extraordinario libro "Las formas ocultas de la propaganda" (The Hidden Persuaders), en donde alerta sobre el uso y el abuso de las técnicas mercadológicas enfocadas a la manipulación del subconsciente.
Este libro, junto con los que publicó Wilson Brian Key: "Seducción subliminal" en 1973 y "La era de la manipulación" en 1983, se convirtieron en valiosos documentos que, junto con otros, he consultado recurrentemente para mi desarrollo profesional, hasta convertirme en un analista experto en las técnicas de manipulación personal, grupal y masiva. Aclaro que no para explotarlas como armas de poder, sino para investigarlas y contribuir a destronarlas.
Sirva este breve antecedente para avalar mi teoría de que la película hoy titulada "La dictadura perfecta", es todo un infomercial político realizado a favor de Televisa, mediante recursos públicos entregados a esta empresa por el gobierno mexicano. ¡Esto es verdaderamente un abuso que no debemos tolerar!
Inútil resulta toda la propaganda que Estrada y Televisa han generado para hacer creer a los ingenuos que esta empresa fue engañada por el cineasta, quien le entregó una película distinta a la acordada y que, por tanto, la empresa hoy se rehusa a distribuir. En efecto, Alphaville es la distribuidora que ahora figura oficialmente como tal, pero resulta completamente inverosímil que Televisa quiera autoboicotearse. Además, no es la primera vez que financia a Luis Estrada, lo hizo también con su película "El Infierno".
A Televisa no le conviene cultivar una imagen monolítica, unidimensional. Como los capos, sus propietarios y ejecutivos se afanan en demostrar que son tan poderosos que pueden darse el lujo de imponer al presidente de la República. Eso les refuerza su impunidad, genera en sus adversarios políticos y económicos un cierto temor que le sirve para someterlos.
De modo que esta película, lejos de hacerle daño al poder fáctico de las televisoras, las hace temibles, poderosas e invencibles.
Por ello declaro, sin temor a equivocarme, que al día de hoy Luis Estrada es el más importante cinepublicista que ha tenido Televisa. Lo siento por ti, Pedrito Torres, ni tus series ni tus realities que le vendiste a García Luna, pueden compararse con esta estrategia maquiavélica que Estrada logró venderle a Televisa.
Tal parece que Luis Estrada pretendió caer bien a todos, a su público, haciéndole creer en lo intrépido de su lenguaje cinematográfico y lo valiente de sus críticas al sistema; al gobierno y a las instituciones de cultura y cine, que hablaría de una "verdad sospechosa", quizá una tropicalización moderna de la afamada obra de Juan Ruiz de Alarcón, en la que como siempre haría una crítica del poder; y a Televisa, acordando una estrategia de negocio de ganar-ganar. Pero lo más maquiavélico del asunto es que el público que acuda a ver esta película, tendrá que pagar boleto por zamparse la propaganda del poder exacerbado de Televisa.
Quizá "La Dictadura Perfecta" gane un Goya, gracias al empujoncito de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas que la pre nominó, pero donde realmente debería competir es en los premios Clio de publicidad.
Y para rematar, ya sin ironía, es absolutamente intolerable que el gobierno mexicano siga financiando a Televisa, hasta para que este emporio se haga su propia propaganda económica y política. ¡Ni qué decir de estos cineastas, cobijados por los duopolios (de la televisión y de la exhibición de cine) y por la burocracia cultural y cinematográfica, que suponen que los mexicanos somos unos pendejos a quienes pueden embaucar tan fácilmente!
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EN POLITICOTEKA AGRADECEMOS AL VALIENTE COMUNICADOR HUGO SADH EL RECONOCIMIENTO Y LA DIFUSIÓN QUE EN SU NOTICIERO HA DADO AL ARTICULO "LA DICTADURA PERFECTA DE TELEVISA" DE JAVIER OTEKA.
CineDenuncias, PoliticOteka, Wikileaks, junto con Hugo Sadh, hemos establecido una primera alianza para difundir las impactantes investigaciones que Javier Oteka ha venido publicando en las redes sociales.