por Javier OTK
Javier Sicilia Zardain |
Tocayo, en tu nueva serie de artículos, después de tu clásico remate de que "además opinas que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés", ahora añades que "hay que devolverle su programa a Carmen Aristegui".
¿Pues acaso se lo quitaron? ¿Alguien podría, sin Carmen, poseer ese programa? ¿O qué los dos conductores con que MVS pretendió sustituirla, han podido hacer el mismo programa?
Carmen no perdió su programa, sigue siendo de ella. Lo que le quitaron fue el acceso al medio y ella se ha negado a continuar su programa en otro.
[Y se lo quitaron debido al abuso de confianza de sus compañeros de avalar con el nombre de MVS, sin su autorización, la plataforma de MéxicoLeaks. Y debido a que Aristegui, en forma pública y desafiante, condicionó su permanencia en MVS a que no despidieran a sus dos colaboradores. MVS no aceptó la amenaza de la periodista y le tomó la palabra, anticipando la terminación del contrato aun con las consecuencias que esto le ocasionara].
[Y se lo quitaron debido al abuso de confianza de sus compañeros de avalar con el nombre de MVS, sin su autorización, la plataforma de MéxicoLeaks. Y debido a que Aristegui, en forma pública y desafiante, condicionó su permanencia en MVS a que no despidieran a sus dos colaboradores. MVS no aceptó la amenaza de la periodista y le tomó la palabra, anticipando la terminación del contrato aun con las consecuencias que esto le ocasionara].
¿Por qué Aristegui, después de que perdió la confianza, insiste en auto flagelarse para que la reinstalen en el medio de MVS? ¿Por qué no da continuidad a su programa en forma independiente? ¿Por qué se obstina en reclamar como suyos los derechos de disentir y de que le paguen por ello?
Carmen Aristegui |
Dudo que no se haya percatado de la insalvable contradicción por la que pelea. ¿Por qué entonces, en vez de continuar sirviendo a su audiencia en forma independiente de esos intereses, se obstina en privarla de su programa?
Siendo suyo el programa, mas no el medio, ¿por qué se auto censura? ¿Por qué no ejerce su derecho a la libre expresión desde un medio accesible que no le imponga las condiciones que la limitan?
¿Por qué no asume el rol de empresaria y trata por ella misma de superar la contradicción entre criticar al sistema y lograr que éste la patrocine por ello?
¿No es ésta una posición que peca de cínico comodinismo? Porque ingenua, definitivamente, Carmen no lo es. ¿Acaso pretende derivar este conflicto en una lucha para poner los medios al servicio de los comunicadores, gozando de un fuero similar al que gozan los políticos? ¿Pretende que los concesionarios, más allá del reconocimiento al interés público que subyace en toda concesión, renuncien a sus derechos elementales como empresarios y que le resuelvan, quién sabe cómo, la contradicción de ir en contra de quienes pagan, es decir, los patrocinadores?
Si su audiencia [4.8 millones en Aristegui Noticias], que supuestamente la valora en alto grado, se convirtiera en su patrocinadora, mediante el pago de una suscripción a un medio independiente que transmita y se encadene con otros medios desde una plataforma en Internet, ¿no coincidiría más con su línea de opinión? Si supuestamente su audiencia es la que aprueba y demanda su estilo personalísimo de enfocar las noticias, ¿no resultaría más congruente y eficaz como proveedora del financiamiento necesario para allegarse de sus servicios?
¿O será que esa audiencia tiene un límite, que sólo quiere recibir el beneficio del programa de Carmen, pero sin comprometerse a autofinanciárselo?
Acostumbrado el pueblo de México a estirar la mano para obtener dádivas, ¿estará dispuesto a construir un microsistema económico que sea crítico e independiente del sistema que lo implica?
* * * + * * *
Enrique Peña Nieto, Presidente de México |
¿Me dirás acaso, Tocayo, que no he entendido el fondo del problema, que la causa que dio origen a la separación del medio fue la de imponerle una censura por sus investigaciones y difusión de las noticias sobre las propiedades mal habidas del presidente de la República y las de su equipo cercano?
Te respondería que en efecto hay una presión monumental del sistema sobre el medio, al grado de que éste no eligió otra opción sino la de retirar a Carmen.
¿Hubo censura? Claro que sí, una censura a posteriori, como una venganza para impedir que en ese medio siguiera profundizando en el tema.
¿Sin embrago al retirarla, le quitaron su programa? No, lo que le quitaron, insisto, fue el acceso a ese medio. Y el incumplimiento de su contrato, si lo hubiere, tiene todo el derecho de reclamarlo. ¿Pero al despedirla, Carmen queda privada de su derecho a la libre expresión? No, ella lo puede seguir ejerciendo en otros medios, si es que hay alguno que quiera y pueda asumir el reto de dejar a salvo la contradicción de pagarle un salario para que ataque al sistema del que los anunciantes forman parte esencial.
Y como francamente creo que no existe un medio que pueda jugarse ese reto, la solución práctica para Carmen es convencer a su audiencia de que se identifique y asuma su función patrocinadora.
Un medio así, financiado con recursos provenientes de la propia audiencia ciudadana, se convertiría en un ejemplo para la construcción de la democracia, y para ejercitar un auténtico contrapeso a los intereses que defienden la posición sistémica que bloquea el camino a las ideas que Aristegui sostiene. Desde el comienzo no he visto una solución mejor.
Javier Sicilia Zardain |
De modo, Tocayo, que pedir que le devuelvan su programa a Carmen, no sólo es contra productivo, sino que se presta a sostener la actitud pedinche del pueblo mexicano. Basta ya de suplicar limosna. Es hora de que el pueblo vaya construyendo sus propios medios, no sólo de comunicación, sino de subsistencia, al margen del sistema que hemos permitido que domine, porque nos ha sabido embaucar en su juego convenenciero y dantesco.
PRIMER POST SCRIPTUM:
En el artículo he reconocido la importancia fundamental del interés público en el manejo de los medios de comunicación. Debe entenderse que una cosa es el derecho de informar y de ser informados, y otra, muy distinta, el ejercicio editorial que Carmen hace, en donde va más allá de la noticia, aborda su interpretación y análisis. Y esa cosmovisión política, económica y social, entra en contradicción con la de sus patrones, patrocinadores y sistema que promueven.
Si Carmen y su público en verdad quieren que ella tenga un medio donde pueda editorializar la noticia, deben entender esto y aceptar que la mejor forma de hacerlo, prácticamente la única, es por la vía de la independencia.
A diferencia de los medios gubernamentales y de los públicos, los privados deben servir también a los intereses de sus patrocinadores. Y a ningún patrocinador puede obligársele a que se anuncie donde no quiere.
Este asunto de Carmen es espinoso y contradictorio. En términos prácticos, si lo que ella pretende es mantenerse al aire sin que patrones, políticos y anunciantes la condicionen, lo más sensato es que se independice y que sea la audiencia quien solidarice con ella, apoyándola con una módica suscripción. De lo contrario, Carmen siempre estará bajo el yugo y los condicionamientos políticos y económicos de sus jefes. Así es el mundo y así es este sistema, por lo cual hay que darle la vuelta y buscar otra forma de financiamiento.
Nadie ha dicho que deje de ejercer su función de periodista crítica. Todo lo contrario. Lo que el artículo plantea es la contradicción que existe entre su orientación ideológica y la de sus patrones y patrocinadores. De modo que pelearse para que los medios privados le paguen por atacarlos a ellos y a sus intereses, es una batalla perdida. En orden práctico, la propuesta es que, en paralelo al pleito por la terminación de su contrato, se independice y haga un sistema de mutua conveniencia con su público.
Nadie ha dicho que a Carmen Aristegui debe privársele de su libertad de expresión. Por el contrario, es deseable que la siga ejerciendo y conectando con la numerosa audiencia que coincide con ella.
Lo que se discute es que, independientemente de lo que digan las leyes en materia de telecomunicaciones, nadie puede obligar a un medio privado a sostener periodistas que no son de su agrado y que además los desafían públicamente. MVS decidió dar por terminado el contrato con Aristegui y asumir las consecuencias. Por su parte, Carmen tiene todo el derecho de pelear por el cumplimiento de su contrato. Yo no sé si un prestador de servicios que factura al medio y además le cobra comisiones por la publicidad que pagan algunos anunciantes, pueda ejercer el derecho a la reinstalación de la que habla la Ley Federal del Trabajo. Ella no era una asalariada que prestara a su empleador un trabajo personal subordinado, porque Carmen se contrataba como persona moral.
Artículo 8o de la LFT.- Trabajador es la persona física que presta a otra, física o moral, un trabajo personal subordinado.
Para los efectos de esta disposición, se entiende por trabajo toda actividad humana, intelectual o material, independientemente del grado de preparación técnica requerido por cada profesión u oficio.
Artículo 20.- Se entiende por relación de trabajo, cualquiera que sea el acto que le dé origen, la prestación de un trabajo personal subordinado a una persona, mediante el pago de un salario.
Contrato individual de trabajo, cualquiera que sea su forma o denominación, es aquel por virtud del cual una persona se obliga a prestar a otra un trabajo personal subordinado, mediante el pago de un salario.
Además, la Ley Federal del Trabajo, en su artículo 49 fracción III, a la letra dice:
"El patrón quedará eximido de la obligación de reinstalar al trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones que se determinan en el artículo 50 en los casos siguientes:
III. EN LOS CASOS DE TRABAJADORES DE CONFIANZA".
SEGUNDO POST SCRIPTUM:1.- Al día de hoy (20 de mayo de 2015), tan sólo el sitio en facebook de Aristegui Noticias tiene 4.9 millones de seguidores. Si en promedio cada uno cooperara con 1 pesito por semana, podrían recaudarse aproximadamente 20 millones de pesos mensuales. Eso es mucho más de lo que se requiere para armar una empresa de medios como la que propongo a Carmen, incluso con un equipo de investigadores y periodistas más grande que el que tenía en MVS.
2.- Muy pronto, la mayoría tendrá acceso a Internet a través de su celular y, mediante un app descargable en forma gratuita, podría no sólo escuchar el programa de radio, sino hasta ver uno de TV.
3.- El programa de radio se transmitiría diariamente, por Internet, a la misma hora que tenía su emisión matutina en MVS, y gradualmente podría ir encadenando a otras estaciones tradicionales de radio para retransmitir en tiempo real el programa en ciertas zonas geográficas.
4.- Hasta podrían ofrecerse algunas suscripciones becadas y otras gratuitas, para aquellas personas que no puedan contribuir ni siquiera con el pesito semanal. Asimismo, las personas que puedan cooperar con más de esa cantidad, serían bienvenidas y recompensadas con promociones especiales.
Como ven, cuando los problemas se enfocan con creatividad, las soluciones adquieren mayor potencial de actualizarse.
Les recuerdo que no sólo yo he promovido la opción de que Carmen se independice. Recuerdo, por ejemplo, las propuestas que le hizo el periodista maya Pedro Canché http://www.notinfomex.org/2015/03/que-necesitas-dinero-todos-le-entramos.html y la otra del padre Solalinde https://www.youtube.com/watch?v=zEdrKLUEAEA&hd=1.
TERCER POST SCRIPTUM:
Ni los amparos, ni las demandas, ni la mediación de Woldenberg entre Aristegui y MVS, han servido para devolver a Carmen el acceso al medio para volver a transmitir su programa.
LA CONFIANZA SE HA PERDIDO TOTALMENTE.
Carmen: Enfoca tu pleito a los daños y perjuicios que todo esto te haya causado, al igual que a los miembros de tu equipo. Pero no insistas más en volver a ese medio. Si lograras regresar, sería sólo por un tiempo muy breve, y sería un infierno para todos.
Es absurdo luchar por eso, aunque en parte se trate de un tema de censura. En todo caso que se les indemnice.
Procura continuar ya con tu propia primera emisión y apártate de esos intereses que jamás te dejarán en plena libertad. Y si no lo haces por ti, o por tu propio interés y el de tu equipo, hazlo por tu audiencia que ya queremos escucharte en las mañanas. No nos prives de ese derecho de audiencia.