OTEKA:
Hola O.T.K., ¿hay algo que yo no haya comunicado de ti?
O.T.K.:
Para empezar, mi nombre y apellido completos. Sabes que no te lo reprocho porque así lo acordamos. Cuando me registraron y bautizaron mis padres, no calcularon que tanta tinta resultaría poco práctica de manejar, imagínate: Francisco Javier Ortiz Tirado Kelly... Me has hecho un favor al acuñar el acrónimo. Ahora sería muy difícil desidentificarme.
OTEKA:
¿Acaso hay algo por lo que quisieras hacerlo?
O.T.K.:
Nunca antes lo pensé, me sentía muy cómodo, casi llegué a sentir que entre tú y yo se habían borrado las fronteras.
OTEKA:
¿Y hoy?
O.T.K.:
Darte a conocer ante un público más amplio, gracias a tu manejo de las redes sociales, a ratos me ha incomodado. Llegué a sentir que había perdido algo, que hasta hoy dimensiono y valoro: mi privacidad.
OTEKA:
Quizá me equivoqué al no proteger tu genuina identidad.
O.T.K.:
Jamás lo convenimos así. En un principio me parecía normal y honesto, me gustaba que así fuera, que no hubiera barreras ni misterio entre ambos. Pero hoy...
OTEKA:
¿Te has arrepentido?
O.T.K.:
No, claro que no. Lo que pasa es que nunca imaginé que el tal Oteka descendiera de su dimensión mítica y se inmiscuyera en tanto lío.
OTEKA:
Yo tampoco, no estaba en el plan. La realidad nos rebasó.
O.T.K.:
Y nunca imaginé que habríamos de defendernos de tantas injusticias e infamias.
OTEKA:
Yo hubiera querido que tu carrera en el cine no hubiese tenido que enfrentarse a esos obstáculos.
O.T.K.:
Pero hoy hemos aprendido que ningún plan puede comprehender a la realidad en forma absoluta...
OTEKA:
... y más, cuando para construir tu futuro intervienen tantas fuerzas a las que no les conviene... fuerzas, algunas de ellas, que incluso rebasan el plano de lo natural.
O.T.K.:
¿No querrás entrevistarme para hablar de escatología o de metafílmica?
OTEKA:
No, al menos no como eje principal de nuestra charla. Sólo quisiera preguntarte por qué piensas que el Comité Técnico de Fidecine censuró el proyecto de nuestra película Vivir Amando.
O.T.K.:
Los motivos del rechazo fueron de dos tipos. Uno, ciertamente, obedece a una censura previa. Y el otro, que tuvimos que ir investigando, demostrando y denunciando, se explica por los intereses creados y la corrupción.
OTEKA:
Me parece que el segundo de los motivos, el de los intereses creados y la corrupción, ha quedado más que aclarado en nuestros sitios CineDenuncias y PoliticOteka.
O.T.K.:
Así es, pero la impunidad prevalece. Has dado los nombres de los miembros de dicho comité, supuestamente honorarios; has documentado cómo violaron, por lo menos, el artículo 56 del Reglamento de la Ley Federal de Cinematografía que les prohíbe auto beneficiarse con los recursos públicos que manejan, y ya los ves, desde varios sitios continúan operando sus mafias y beneficiándose en forma irregular.
OTEKA:
Aunque no estaba en el plan, era necesario emprender la defensa. Tantos años de soñar, de prepararnos, de invertir tanto trabajo y recursos de todo tipo... para que esta gente actuara en forma tan reprobable. Y no sólo eso, sino que pretendiera desprestigiarnos. ¡Cuánta gente creyó en nosotros y apoyó nuestros proyectos! No era admisible permitir que ese comité amafiado inventara tantas mentiras para justificar su fallo y mantener su fuente de negocios ilícitos. Pero, como tú te negaste a entrarle a su juego...
O.T.K.:
Me descalificaron, y de paso a ti, que has empeñado nuestro acrónimo ante la opinión pública que se ha dividido, entre quienes te atacan porque pertenecen o tienen queveres con las mafias, y entre quienes te apoyan, aunque sea en forma callada por el miedo que la mayoría tiene de que también la veten.
OTEKA:
Y es así que Oteka, tuvo que convertirse, sin quererlo, en un individuo beligerante.
O.T.K.:
Sí, para muchos adquirió ese perfil. Pero yo lo admiro, porque su rebeldía obedece a una causa.
OTEKA:
Eso es cierto, aunque me gustaría que me conocieran más como creador y cineasta... que por lo menos te hubiera sido útil en eso.
O.T.K.:
Me has resultado muy útil, y más debido a que no todo depende de uno. Si así fuera, hace tiempo que hubiésemos invitado inversionistas privados al negocio del cine, pero bien sabes que las condiciones estructurales no están dadas para la competencia equitativa. Eso sí que sería irresponsable hasta en tanto las autoridades no le pongan un freno a los abusos del duopolio y las principales distribuidoras que, obvio es decirlo, defienden a la industria estadounidense en nuestro país.
Supuestamente por eso ha tenido que intervenir el Estado, apoyando la producción de las películas nacionales. Pero con su ineptitud y colusión con esos intereses extranjeros, sólo ha creado un sistema clientelar y corrupto para producir películas que no reciben apoyo para su promoción. Y ahí tienes los resultados del 2015: una cuota de participación de mercado del 5.3% para las películas mexicanas en nuestro propio país.
OTEKA:
Corrupción e ineptitud, las dos tenazas del cangrejo que nos arrastra en reversa... En fin, me decías que además de la corrupción, nuestro proyecto fue rechazado porque le aplicaron la censura previa.
O.T.K.:
Así fue, ciertamente. Y este es un tema delicado y complejo que ya lo hemos abordado a profundidad en artículos publicados en PoliticOteka. Es mejor que remitamos a nuestros lectores a ellos. Estas son dos de las ligas:
EN FIDECINE: ¿PERITOS O CHARLATANES?
¿A qué destina nuestros impuestos el Imcine?
EL ESTADO MEXICANO CENSURA A CINEASTA CATÓLICO EN PLENA VISITA PAPAL
O la venganza del Padre Amaro
OTEKA:
Pero hagamos un pacto, continuemos charlando porque hay muchos aspectos que merecen ser dados a conocer.
O.T.K.:
De acuerdo, hagámoslo en futuras publicaciones.
OTEKA:
Te saludo y te abrazo.
O.T.K.:
Yo también, Javier, fraterna y entrañablemente.
OTEKA:
Uno para ambos, y ambos para uno.
