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martes, 28 de abril de 2015

LOS MANEJOS DE ROBERTO FIESCO EN EL CUEC, valiente testimonio de un ex representante de alumnos



Entrevista exclusiva de Javier Oteka  

ALFONSO (PONCHO) VIRUÉS, exalumno del CUEC, expone con valentía su testimonio sobre los manejos del dinero de las óperas primas, que según las versiones de un mínimo de 10 alumnos, apuntan hacia presuntos actos de corrupción de los cineastas ROBERTO FIESCO y ARMANDO CASAS, y hacen sospechar de que el provocado incendio del CUEC fue de su autoría. Actualmente, la investigación está en la Procuraduría General de Justicia del D. F., donde se sigue el proceso.


¿En qué especialidad te graduaste en el CUEC, de qué año a qué año estudiaste ahí y cómo se titulan tus cortometrajes?

Ingresé al CUEC en agosto de 2004 y finalicé el rodaje de mi tesis en diciembre de 2010. Egresé como realizador. Los cortos que escribí y dirigí cuando estuve en el CUEC fueron: Los secretos de Goring (2006), Bandera de cuatro colores (también conocido como La Ultraderecha, en 2006), Dejad que los niños… (2008), Porno mex 1 y 2 (2008) y La sagrada familia (2012).

¿Cómo y cuándo llegaste a ser representante de alumnos?

Fui representante de alumnos desde fines de 2009 hasta diciembre de 2010. Llegué en momentos de mucha efervescencia estudiantil debido a ciertas carencias académicas que padecía la escuela. Hacía poco tiempo se habían retomado las asambleas de estudiantes. La organización estudiantil, en ese entonces, logró, entre otras cosas, que se detuviera una intentona, por parte de la oficina de presupuesto, de establecer cuotas para sacar equipo fílmico del almacén.

¿Es cierto que participaste en una reunión de alumnos con maestros del CUEC, en donde los primeros dieron sus testimonios sobre los malos manejos de los dineros de las óperas primas, cuya producción se le encargó a Roberto Fiesco? ¿Cuántos alumnos y alumnas denunciaron? ¿Cuáles alumnos y maestros participaron?


El maestro Jaime Aparicio envía un recordatorio a los Consejeros del CUEC
(maestros y alumnos) de la reunión en donde se trató el asunto de las óperas primas.



Esa reunión sí existió, tuvo lugar el 29 de abril de 2010, en medio de una serie de denuncias de irregularidades dentro de las óperas primas del CUEC. Yo tengo registrados los testimonios de diez egresados en mis apuntes. No puedo revelar su identidad, porque debería tener autorización de cada uno de ellos para hacerlo. Algunos no querrían proporcionar sus nombres por temor a represalias. Pero yo espero que, poco a poco, vayan dando sus testimonios abiertamente. En cuanto a los profesores, estaban presentes los miembros del H. Consejo Asesor del CUEC: el entonces director Armando Casas, el secretario académico Carlos Hugo Gómez Oliver, así como los maestros Juan Mora, Jaime Aparicio, Carlos Mendoza, Mario Luna, Manuel López Monroy, Ciro Cabello y Flavio González Mello.

La bitácora que escribiste con tu puño y letra, ¿qué contiene?

Cineasta Armando Casas
Ex Director del CUEC
Antes de contestar esta pregunta, quiero dejar claro que cuando estudié en el CUEC tuve una relación cordial con Roberto Fiesco. Nunca tuve conflictos directos con él. Esto no es un asunto personal. No es que me caiga mal o algo así. Pero considero que si aspira a dirigir el CUEC debe responder a las incógnitas sobre su proceder en las óperas primas. Debemos saber cómo se manejaron los presupuestos de las películas que produjo. También proporciono esta información para que los nuevos alumnos sepan qué pasó hace cinco años y la tomen en cuenta antes de idealizar a una persona. Tienen el derecho a saberlo. Yo sé que Roberto tiene un nutrido club de fans y muchos me van a odiar por lo que digo, pero los invito a que moderen sus pasiones y se abran a los datos, pero sobre todo les pido que soliciten, tanto a Roberto Fiesco como a Armando Casas, que esclarezcan esos cuestionables episodios de su gestión. Exigir cuentas a funcionarios y a personas que manejan recursos públicos no tiene nada de malo; es más, yo diría que es una responsabilidad civil.

Retomando tu pregunta, la bitácora que tengo, o sea mis apuntes de la reunión del 29 de abril de 2010, contiene los testimonios de diez ex alumnos del CUEC que habían participado en las óperas primas. Todos ellos dieron sus opiniones para enriquecerlas, pero algunos también dieron testimonios contundentes sobre irregularidades dentro del programa.

¿Podrías platicarnos de los aspectos que denunciaron?

Cineasta Roberto Fiesco
Mira, en este punto sí debo hablar en abstracto, para proteger a quienes dieron testimonio. La mayoría de ellos denunció irregularidades en los manejos del presupuesto. Casi todos coincidían en que, en las óperas primas, se le pagaba más a los asistentes que a las cabezas de área (editor, etc.), al parecer porque dichos asistentes eran “gente de Roberto”.

La mayoría coincidía en que se debían transparentar los presupuestos y hacerse públicos. Todos estaban de acuerdo en que Roberto Fiesco no debía ser el productor de casi todas las óperas primas (como lo había sido hasta ese momento) y que se debía dar la oportunidad a otros productores para debutar. Otras peticiones fueron: que hubiera un supervisor externo para evitar malversaciones, mejores sueldos en general, que se exploraran vías para obtener mejores resultados en pantalla, entre otras.

Había acusaciones más graves; algunos aseguraban que no se les había pagado por el trabajo realizado en películas producidas por Fiesco. Otro testimonio daba cuenta de un intento de soborno; otros más aseveraban que habían recibido amenazas por haber cuestionado los manejos de la producción.

¿Qué sucedió como efecto de ello? ¿Se levantó un acta, se investigó, se hizo alguna auditoría, en su caso procedieron sanciones?

Nunca hubo acta de ese consejo. La pedí y nunca me la proporcionaron; me contestaban que era “consejo extraordinario” y que por tanto no quedaba asentado en acta. Al final de la reunión se nos pidió que guardáramos silencio en torno a todo lo dicho en el consejo por “la gravedad de lo expuesto”.

Quiero hacer énfasis en que yo siempre ofrecí esta información a quienes me la pedían; dos años después (ya con el fuego más o menos apagado) trataron de regresar a Roberto a las óperas primas del CUEC y los afectados me pidieron mi bitácora para frenar la intentona. Yo les proporcioné mis apuntes para que pudieran defenderse, siempre y cuando mantuvieran el anonimato de los testigos, y al final no pudieron imponerlo. También traté de que se le diera seguimiento al asunto por los cauces institucionales, pero topé con pared una y otra vez.

En cuanto a Roberto, el director Armando Casas le solicitó que dejara de ser el productor de las óperas primas, que se retirara. Debo confesar que a mí esa decisión me pareció un perdón más que una sanción dada la gravedad de los testimonios en su contra. 

Poco después, Fiesco apareció como productor de Arturo Ripstein y su carrera fue en ascenso. La noche del día 29 de abril de 2010, después de todo lo dicho en su contra, me topé con Roberto cuando salía de la oficina de Armando Casas; lejos de estar acongojado, se mostraba eufórico. Nunca lo había visto tan contento. “¿Qué habrán platicado el director del CUEC y el afamado productor, para que estuviera tan feliz?”, es la pregunta que me sigo haciendo hasta ahora.

¿Por qué crees que no han alzado la voz todos esos colegas?

La principal razón para no denunciar las irregularidades es el miedo. Miedo a perder la oportunidad de hacer una ópera prima en el CUEC, de participar en festivales y también a perder futuros apoyos del IMCINE. Para hacer una película se necesitan muchos recursos; la mayoría de los cineastas piensa que si denuncia a alguien poderoso, dentro del medio, ya nunca tendrá la oportunidad de hacer cine ¿Tendrán la razón?

Tengo entendido que en fecha muy cercana a esa reunión donde diez o más alumnos denunciaron a Roberto Fiesco, se provocó un incendio en el CUEC, principalmente en la oficina del Director Armando Casas. ¿Qué dice la gente sobre ese hecho? ¿Involucran también a Casas?

Así es, la noche del domingo 21 y la madrugada del 22 de marzo de 2010 tuvieron lugar una serie de incendios, donde resultaron dañadas algunas instalaciones del centro: la Dirección, la sala de proyecciones, así como la Oficina de presupuesto, a cargo del lic. Octavio Salas. En el informe que mandó la dirección a la comunidad estudiantil se decía que la causa del siniestro había sido un sobrecalentamiento eléctrico. La verdad es que la mayoría de los alumnos no creímos en dicho informe y más bien sólo nos hizo sospechar que todo había sido provocado. No imaginábamos cómo un sobrecalentamiento podía hacer un hoyo o boquete en la puerta de la oficina del director, por poner sólo un ejemplo (como se ve en una de las fotos), aunque debo aclarar que tampoco somos peritos para afirmar algo al respecto.

El contexto en el que se dieron los acontecimientos hacía que el asunto fuera aún más sospechoso: una auditoría a las óperas primas estaba en curso; además estábamos a un mes (aproximadamente) de que se reuniera el consejo extraordinario para abordar el tema de las irregularidades en las óperas primas (el escándalo).

Es mucha coincidencia que ocurra un incendio en la oficina de presupuesto, durante la madrugada entre un domingo y un lunes, justo cuando hay una auditoría en curso y un escándalo de malversación de recursos por estallar. Tienen que aclarar qué pasó.

¿Cuál fue el resultado de las investigaciones?

El informe que nos mandó la dirección decía, textual, que “La evaluación inicial realizada por el bombero responsable de revisar los daños en las instalaciones estableció que se trataba de un sobrecalentamiento eléctrico y que era conveniente apagar el control de luz hasta hacer una evaluación precisa”.

SEGÚN EL PUNTO "4", EL ABOGADO GENERAL DE LA UNAM
YA
DEBERÍA HABER NOTIFICADO AL CUEC LOS RESULTADOS
DE LA INDAGATORIA DE LA PROCURADURÍA GENERAL
DE JUSTICIA DEL D.F. 




En el punto "3" de la carta que dirigió Armando Casas a la Comunidad, se lee que "en el dictamen inicial que de manera verbal dio el Jefe de bomberos de la UNAM la mañana siguiente a los siniestros, se establece que los incendios fueron provocados". Y siendo así los hechos, ¿por qué hay gente que quiere imponer a Fiesco como director del CUEC?

Eso es lo que muchos de nosotros nos preguntamos. Yo no entiendo por qué querría llegar a la dirección del CUEC con una trayectoria cinematográfica tan exitosa. Si ya tiene todos los apoyos para realizar sus proyectos debería aspirar a seguir haciendo cine y ganar muchos premios ¿no?

Según tú y la gente que teme alzar la voz, qué podría ocurrirle al CUEC si Fiesco y/o los intereses que él representa se apoderaran de dicha escuela?

Yo creo que la escuela regresaría a las prácticas poco transparentes, a menos que hubiera una supervisión exhaustiva. Sinceramente, no me gustaría ver nuevamente ese CUEC. Yo creo que en México mucha gente critica las acciones corruptas de los gobiernos, pero reproduce las prácticas sucias, o sea la transa, en la casa, en su trabajo o en la escuela. Yo llamo a ese fenómeno la doble moral de la “izquierda”: la persona se indigna por la casa blanca de Peña, pero en su ámbito personal actúa de manera desaseada, poco transparente. Yo digo que debemos esforzarnos por ser más congruentes. Si queremos cambiar como país y como sociedad, en general, debemos extirpar el cáncer de la corrupción en nuestras casas y centros educativos. Alzar la voz ante las malversaciones es un primer paso.

¿Cómo ves a nuestra industria mexicana de cine y cuáles son tus expectativas como graduado del CUEC?

Yo no creo que haya industria del cine en México, ese es el problema. El panorama que nos pintan es que la única vía son los apoyos gubernamentales. Hay pocos recursos para hacer cine (a comparación de EUA, digamos) y de ahí que se dé una gran disputa por obtenerlos. Yo aún no aplico a becas o apoyos del Estado, pero me da la impresión de que dichos ámbitos no están exentos de ese gran cáncer llamado corrupción. A cada rato nos enteramos de casos de nepotismo, compadrazgos e influyentismos. Pareciera que debes meterte al fango para poder hacer tu largometraje… Espero estar equivocado.

Ahora estoy explorando la vía del documental independiente y autofinanciable. Levanto proyectos con mis propios recursos, poco a poco, alternando con el trabajo… Ya te informaré sobre los resultados.

Poncho, te felicito por tu valentía y valor civil para dar testimonio público de un asunto tan espinoso. Te deseo lo mejor en tu vida y en tu carrera profesional.