por Javier
Oteka
Cineastas con
pensamiento tecnocrático o mágico, con formación reduccionista que han recibido
de las múltiples escuelas de cine que pululan en el país, viven desesperanzados
de encontrar espacios de exhibición en salas de cine, y depositan su confianza
ciega en una salvación mesiánica de la tecnología del streaming en las
plataformas de Internet.
No terminan de
comprender que la solución no es el canal o la ventana para acceder al público;
pues ya sea que opten por una u otra, deberán solucionar un problema
multifactorial que sólo por la vía del "cine-marketing" pueden
resolver.
Llegar al público
meta y conectar con él, es el propósito que debería tener todo hacedor de
películas. Pero las escuelas, sobre todo en México, sólo enseñan una parte del
proceso. Su currícula no incluye, cuando menos, los 4 pasos básicos de la
mercadotecnia, los que se conocen como las 4 P's: Producto, Precio, Plaza y
Promoción.
Ya sea comercial o
de autor (cultural o artística), toda película, como cualquier otro producto (obra) o
servicio, tiene el propósito de llegar a su público meta y conectar con él, satisfacerlo. Y
ello requiere de un proceso que brinde solución a esos cuatro factores, ó 4
P's.
Pensar que Neflix o
Blim, o cualquier otra plataforma digital de Internet, va a proporcionar la
solución total al problema, es como creer que es real la magia de Harry
Potter.
¿Cuántas películas
están incluidas en los múltiples catálogos de las plataformas de streaming?
¡Miles y miles!
¡Miles y miles!
¿Y el hecho de estar
ahí presentes, les ha resuelto a todas su problema de llegar y conectar con su
público meta?
¡No, claro que no!
¿El que algunas se exhiban gratis debido subsidios del Estado, les ha solucionado el problema de precio?
¡No, por supuesto que no! Por ejemplo, las películas de Arturo Ripstein que se exhiben en FilminLatino, ni gratis las ha querido ver un amplio sector de suscriptores de esa plataforma oficialista.
¿El que algunas se exhiban gratis debido subsidios del Estado, les ha solucionado el problema de precio?
¡No, por supuesto que no! Por ejemplo, las películas de Arturo Ripstein que se exhiben en FilminLatino, ni gratis las ha querido ver un amplio sector de suscriptores de esa plataforma oficialista.
Si las películas que
ahí se almacenan, por ejemplo, no tienen promoción ni se han posicionado adecuadamente
en la mente del público, lo más probable es que no sean seleccionadas, ni
compradas, ni vistas.
Los inversionistas,
ya sean públicos o privados, mientras no le apuesten a la promoción tanto como
lo hacen con la producción, estarán condenados ya no digamos a la ausencia de
retornos, sino a no lograr el propósito de llegar y conectar con sus públicos
meta.
Esto no sólo debe aplicarse a las ventanas de streaming, sino también a la exhibición en salas.
Los funcionarios del Estado, que es el principal inversionista en la producción de cine mexicano, actúan con negligencia al gloriarse del crecimiento de la cantidad de películas que, por no invertir en su promoción, terminan, como denunció Paul Leduc, en la invisibilidad.
Desilusionado de los exhibidores de cine en salas, Pablos decía confiar en Netflix como una mejor opción de distribución para el cine mexicano. Lo que yo no termino de comprender, es que teniendo a Videocine o a ellos mismos como distribuidores, tanto ellos como su productor Pablo Cruz, hayan convenido lanzar la película con sólo 14 copias. Imposible que, así, las cuentas salgan.
Esto no sólo debe aplicarse a las ventanas de streaming, sino también a la exhibición en salas.
Los funcionarios del Estado, que es el principal inversionista en la producción de cine mexicano, actúan con negligencia al gloriarse del crecimiento de la cantidad de películas que, por no invertir en su promoción, terminan, como denunció Paul Leduc, en la invisibilidad.
No sólo
servidores públicos, sino personajes de la iniciativa privada, parecen creer en
la magia del brujito Potter.
Ejemplo de ello es la declaración del recién arielado guionista y director de "Las Elegidas", David Pablos:
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/970209.html
Ejemplo de ello es la declaración del recién arielado guionista y director de "Las Elegidas", David Pablos:
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/970209.html
Desilusionado de los exhibidores de cine en salas, Pablos decía confiar en Netflix como una mejor opción de distribución para el cine mexicano. Lo que yo no termino de comprender, es que teniendo a Videocine o a ellos mismos como distribuidores, tanto ellos como su productor Pablo Cruz, hayan convenido lanzar la película con sólo 14 copias. Imposible que, así, las cuentas salgan.