Por Javier OTK
La película “Colosio, el
asesinato”, producida por Mónica Lozano Serrano con recursos en coproducción de
Conaculta-Cine, planea estrenarse en junio del 2012, justo cuando estén en su punto
culminante las campañas electorales que habrán de conducir a uno de los
candidatos o candidata a la presidencia de México.
Hasta ahora desconozco el argumento de
la película, pero se rumora que retoma la hipótesis, ya descartada
“legalmente”, de la conspiración para asesinar al candidato del PRI, Luis
Donaldo Colosio, supongo que ligada a la versión vox populi de que el entonces presidente Salinas y su asesor Córdoba Montoya, fueron los autores intelectuales.
La supuesta intención de
desacreditar y debilitar a estos personajes, a su equipo siniestro y a los
intereses que representan, no debería ser motivo de preocupación, sino por el
contrario, de franco y decidido apoyo. Yo no soy priísta y ya tampoco panista,
desde que Fox mostró quién era en verdad; de modo que debería celebrar que una
película así contribuya a colocar de nuevo en la cuerda floja a ese grupo
nefasto que en gran medida controla las riendas del país.
Sin embargo, lo que en
definitiva no debemos apoyar, es que para la lucha partidista y electoral sigan
utilizándose recursos del gobierno federal, con tal grado de cinismo,
burlándose de las leyes y las instituciones y, específicamente, del espíritu de la Ley Federal
Electoral.
El IFE y el Tribunal Federal
Electoral deben investigar el origen, la finalidad y los intereses que están apoyando en estos tiempos, mediante asignación directa, la producción y lanzamiento de esta película sobre
Colosio y, en su caso, dictaminar si de algún modo infringe las leyes y, en particular, la Ley Federal
Electoral y su Reglamento. Mientras tanto, las instancias correspondientes y los jueces deben oponerse a que dicha película
sea estrenada durante este período electoral.