El proyecto presupuestal para la seguridad en el 2011 que el Gobierno Federal, presidido por el presidente Felipe Calderón, pide al Congreso, es superior a los 63 mil millones de pesos, confirma la agencia de noticias de El Universal.
[Esa es la cantidad específica para ese fin, pues el total solicitado para las cinco dependencias federales relacionadas con la seguridad pública y nacional del país, es de 131 mil quinientos millones].
Para investigación y producción de armamento, municiones, explosivos, vehículos y equipos militares: $922,700,000
Diseño, producción y mantenimiento de vestuario y equipo militar: $931,300,000
Conservación y mantenimiento de la infraestructura y maquinaria militar: $193,400,000
Plan de Defensa de la Integridad, Independencia y Soberanía del Territorio Nacional: $26,741,000,000
Marina: $14,000,000,000
Seguridad pública: Programa de implementación de operativos para la prevención y disuasión del delito: $16,380,000,000
Administración del sistema federal penitenciario: $4,331,000,000
TOTAL: $63,499,400,000
ESO EQUIVALE A ASEGURAR EL SALARIO MÍNIMO ANUAL A TRES MILLONES DE HOGARES MEXICANOS (12 millones de personas, aproximadamente).
¿Relativa y aparente seguridad para unos pocos a costa de la pobreza para muchos? He ahí el dilema del jugoso negocio de las armas y de un grupúsculo que no halla cómo legitimarse en el poder. Es infame e insostenible que, sobre los pobres, se sigan gravando tantas hipotecas sociales que sólo benefician a unos cuantos. Si esa estrategia de la globalización neoliberal se sigue inflando, el globo muy pronto va a estallar, así como le reventó al Führer en las manos de Chaplin, en su genial película “El gran dictador”.
Post Scriptum:
Pero no toda la culpa la tienen quienes deciden el presupuesto federal. Si todos los mexicanos reorientáramos otros presupuestos, públicos y privados, al rescate e impulso de los pobres de nuestro país, ciertamente saldríamos adelante. Por ejemplo, ¿sabías que los consumidores gastamos en el 2006, la misma cantidad de 63 mil millones de pesos en productos no indispensables, y por algunos considerados como chatarra, que vendieron tan sólo las empresas de Grupo Bimbo?
Si el problema no se debe a la falta de recursos, entonces, ¿por qué va creciendo la pobreza?
La respuesta la enseña Chaplin mediante el globo del Führer. A los poderosos, incluidos los que tienen mucho y los que tienen poco poder, les fascina acumular aire dentro de sus globos, ya sean enormes o chiquitos. Hechizados por esa frívola ilusión que los idiotiza, dejan de mirar que a su lado hay quienes no les sobra aire para inflar los suyos, y peor aún, que los globos tienen un límite de elasticidad que si se rebasa, al estallar, no sólo produce la súbita extinción de todo ese aire acumulado, sino la aniquilación del gran espectáculo de la imbecilidad y el egoísmo.
