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sábado, 7 de mayo de 2011

LA CARPA V.I.P. DEL PROFETA SICILIA

por Javier OTK

TOCAYO MUY QUERIDO:

Varias veces he intentado hablar por teléfono contigo, verte, saludarte en persona, abrazarte, ofrecerte mi solidaridad, y más aún cuando me pediste tan encarecidamente en Cuernavaca que no te dejemos solo. Pero hay tantas barreras alrededor que primero pensé quedarme callado y tratar de asimilar lo incomprensible. Y ya sabes que una de mis debilidades es que me cuesta callar, con todo y que me prometí permanecer en silencio durante esta marcha.

Hoy sábado me dirigía a Ciudad Universitaria, para ver si ahí sí podía encontrarme contigo y abrazarte. Te imaginaba como aquel profeta de tu primera novela El Bautista, luego de concluir la penúltima etapa de su marcha por el desierto, descansando con gente del pueblo en una de esas sencillas tiendas como las que tejía Saulo de Tarso. O acaso en una especie de “tienda del encuentro” como la de Moisés en el desierto.

Pero tu regreso triunfal a la UNAM, tu alma Mater, no fue tan sencillo, como aquel cuando Jesús, montado en un burrito, el pueblo se le acercaba, lo tocaba y lo saludaba con hojas de palma. Al verte rodeado de tanto personal y aparatos de seguridad, que ni muchos poderosos tienen, y de tantas barreras de “agregados culturales” que resultaba imposible para el pueblo, y tus amigos incluidos, que te pudiéramos saludar y abrazar, francamente prefiero no confesar lo que sintió mi corazón.

¿Debemos agradecer a Sealtiel Alatriste, Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM que mientras los del pueblo mirábamos y escuchábamos hacia el templete instalado en la explanada de Ciudad Universitaria, parados bajo los rayos inclementes del sol, a ti y a otros cuantos los resguardaba tan bien, que hasta una impenetrable carpa V.I.P. les puso? Sólo le faltó un papamóvil.

La verdad, tocayo, me duele tenerte que pedir, fraternalmente, que no pierdas el piso y no adoptes las costumbres de los políticos. Te prefiero sí, como un profeta, pero hombro con hombro con el pueblo y con quienes te queremos y apoyamos.

Porque “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”.
MT 11, 12


POST SCRIPTUM – 8 DE MAYO:

Hoy domingo amanecí de un sueño entretejido con vigilia y pesadilla.


Creo haber comprendido la verdad que hay en la idea evangélica de “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

 Aluciné cardenales de la Iglesia que integran al culto religioso los honores a la bandera nacional, y otros cardenales laicos que rinden culto a la Diosa Razón, religiosamente ataviados con toga y birrete.

Así creo haber comprendido el sueño con el que quizá fantasean personas "tan respetables" como Sealtiel Alatriste, de que la intelectualidad asuma el poder político. Y de ahí el constantiniano homenaje al poeta, profesor y exfuncionario cultural Javier Sicilia, que le ha rendido, durante la marcha, la máxima casa de estudios en Ciudad Universitaria.

Pero, desde mi humilde punto de vista, aunque su nueva imagen de cowboy parezca decir otra cosa, comparto lo que Javier dice: "Vivo con una conciencia desgarrada ante los ojos de la Gorgona, y eso, en un mundo en el que se vive fascinado ante ellos, es ya bastante. Bajo esa desgarradura, uno [Javier Siclia] sabe que a la Gorgona se le combate con sus mismas armas: un espejo en el que pueda mirarse".

Cita tomada de "AMLO Y LOS MITOS"
Diálogo público entre Javier Sicilia y Javier OTK