por Javier OTK
La partidocracia mexicana padece una enfermedad terminal de tipo hereditario. Los análisis de ADN que los votantes han mandado hacer a un laboratorio independiente de prestigio, y no a los del biopoder, por recomendación del doctor Foucault, han revelado que el mal está en la predisposición genética a competir con enfermiza incompetencia; es decir que, después de las elecciones, los partidos que quedan como opositores, a lo único a lo que se dedican es a obstaculizar el trabajo del que asume el poder.
La fatalidad consiste en que como siempre hay un ganador y varios perdedores, están bioprogramados para no lograr jamás satisfacer las necesidades vitales de sus votantes.
Y como estos han llegado a su límite de tolerancia a la partidocracia, han pedido a los doctores que le desconecten definitivamente el suero y el oxígeno. Nadie sabe si se les ofrecerá la extremaunción ni cuanto más durarán los estertores.
Mientras tanto, las infiltraciones subliminales del partido gordillo, siguen batallando para que su epitafio quede enmarcado dentro de un logotipo en forma de cuadrado "perfecto":
PA
NA
AL,
¡NO!
PACTO
NACIONAL
POR
LA PAZ,
LA PAZ,
¡SÍ!
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POST-SCRIPTUM (junio-2011):
Alegra saber que tomen en cuenta la recomendación de cambiar la identidad gráfica para la Caravana. Así dejaron el nuevo logo:
Pacto Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad
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POST-SCRIPTUM (junio-2011):
Alegra saber que tomen en cuenta la recomendación de cambiar la identidad gráfica para la Caravana. Así dejaron el nuevo logo:
Pacto Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad
